domingo, 25 de marzo de 2012

Tan solo ella tuvo que darse la vuelta. Y ahí estaban, después de tantos años, frente a frente por primera vez. Se miraron y las lágrimas caían sobre el rostro de los dos, se miraban con amor, con ternura y pasión fijamente. Ella quiso decir algo pero los nervios no se lo permitieron, temblaba. Y él, corrió hacia ella al igual que ella hacia él y se abrazaron, se abrazaron y se besaron como nunca lo habían podido hacer. No había palabras, por primera vez los gestos lo decían todo. Fue el beso más bonito de la historia del amor, el beso esperado, perdido, el que parecía que nunca llegaría, pero llegó y demostró todo lo que sentían cada uno de ellos dos. La tomó en sus brazos y ella lo agarraba fuerte, nunca había sentido tanta seguridad con alguien, solo en aquel momento se olvidó de todo porque solo existían ellos dos y el amor que se sentían.
+Te amo, te lo juro- dijo ella con sus ojos llenos de lágrimas
-Y tú eres mi vida- dijo él
Volvieron a abrazarse tan fuertemente que parecía que ni un tornado sería capaz de separarlos.
La llevó hasta su cuarto y la tumbó en la cama
+No quiero que esto vuelva a parecer que termina
-Nunca mi princesa, te lo prometo
Y aquella noche, se entregaron el uno al otro, sus cuerpos encajaban perfectamente, se miraron, se acariciaron, se dijeron mirando a los ojos todo lo que nunca pudieron decirse, notaban el latido de cada uno de sus corazones tan acelerados, hicieron el amor, y se abrazaron y se amaron como nunca.