El mundo pudo ser testigo de tantos besos, tantas caricias, tantas noches llenas de susurros, abrazos y cosquillas. La luz, pudo haber iluminado las más bonitas de tus sonrisas, aunque todas tus sonrisas son bonitas. El agua salada pudo habernos mojado en una de las playas más bonitas del mundo. Todo el ruido de la ciudad pudo haberse visto en silencio mientras yo te grito que te quiero a los cuatro vientos.